ROJO… ¿te atreves?

Foto de Erik Murillo

Todos hemos escuchado que el color Rojo simboliza sangre, fuego, calor, revolución, acción, pasión, fuerza. Pero, ¿sabes porqué? El rojo crea una poderosa influencia sobre el estado de ánimo e impulsos en los seres humanos, produce calor, aumenta el ritmo cardíaco, la tensión muscular, activa la respiración, estimula la presión arterial, por eso es que, en Cromoterapia es el color más adecuado para personas retraídas y con reflejos lentos.

El aspecto negativo del color rojo es que puede despertar actitudes agresivas, es el color de los generales y los emperadores romanos, evoca la guerra y el mal. También simboliza desconfianza, destrucción e impulso, así mismo crueldad y rabia.

Foto de Erik Murillo

Por todo lo que simboliza el rojo tanto positivo como negativo es que debemos poner especial atención en su uso en nuestra imagen personal, por un lado brinda fuerza a la personalidad, encarna la vivacidad, la energía, la provocación, la sensibilidad pero por otro también puede enmarcar cierta agresividad.

El color rojo nos devuelve la seguridad en nosotras mismas, nos hace sentirnos fuertes, femeninas y atractivas pero también podemos ser intimidantes. Un labial rojo es una inyección de autoestima que realmente funciona y está en la cúspide de las tendencias en diferentes matices y texturas.

Para definir que tono o matiz de Rojo es el que más nos favorece tanto para maquillaje como para el tinte del cabello dependerá principalmente de nuestro tono de piel y de nuestra personalidad o de lo que busquemos proyectar.

Por lo general, en el maquillaje como en otros tipos de diseño hay un solo punto focal. Este puede ser los ojos, los labios o las mejillas. Sin embargo, no es una regla, se pueden usar labios fuertes y ojos fuertes pero si no eres una experta en maquillaje es preferible tener un solo punto focal: si usas labios rojos entonces tus ojos y mejillas deberán de ser más suaves.

Ahora que ya sabes todo lo que puedes comunicar con el rojo en tu Imagen personal… ¿te atreves?

Por: Carolina Barba